Amaneció el sábado con un sol resplandeciente, pero sin hacer demasiado calor, así que decidimos pasar todo el día en la Feria además, había que aprovecharlo ya que era nuestro último día de disfrute. El domingo le íbamos a utilizar para el viaje de vuelta.
Para esta ocasión, lucía un vestido de flamenca muy especial, cuando me le probé por primera vez parecía que lo habían hecho para mí, amor a primera vista. Fue un préstamo de mi gran amiga, compañera y "profe" Estela. Un millón de gracias desde aquí ,y desde el corazón.
Salimos por la mañana y pudimos ver a todos los caballos engalanados paseando por el real, todo un lujo y una maravilla de ver. Comimos, bebimos, paseamos y bailamos durante horas hasta que ya no podíamos más. Cuando caía la noche los pies se resentían y pedían a gritos un descanso... pero mereció la pena.
Aquí dejo las últimas fotografías de este viaje que sin duda, ha sido uno de los más especiales de mi vida.
VESTIDO DE FLAMENCA: Micaela Villa
Fotografía: Gustavo González y varios.
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